En el año 2011 un grupo de cinco estudiantes con discapacidad auditiva tocaron las puertas de la Universidad Autónoma del Caribe para seguir trabajando en su proyecto de vida. A pesar de que esta Alma Máter no contaba con las herramientas necesarias para atenderlos, los jóvenes se matricularon en los programas de Diseño de Modas y Diseño Gráfico.
Con la llegada de esta pequeña población en condición de discapacidad se abrieron en la universidad ese mismo año los programas tecnológicos, mediante el Centro de Educación Permanente, CEP. Gracias a este avance el grupo de estudiantes hizo una transferencia interna y lograron así graduarse con doble titulación.
La educación inclusiva es el proceso que permite atender con calidad y equidad las necesidades comunes y específicas que presentan los estudiantes con discapacidad física, sensorial o condiciones de vulnerabilidad, basado en un enfoque de derechos.
La Autónoma después de tener su primer acercamiento con esta población, inició un proceso de identificación para saber cuáles eran las personas que tenían algún tipo de discapacidad en ese entonces y para ese momento había alrededor de 50 estudiantes, incluyendo los del CEP.
“Se capacitaron a los docentes y a un grupo de administrativos, alrededor de 15 personas en el lenguaje de señas, eso mediante un convenio con Asatlan, la Asociación de Sordos del Atlántico. Seguido a esto, se iba a los salones y se dialogaba con los estudiantes frente al tema de la aceptación de la diferencia”, aseguró Alba Ibáñez, coordinadora de Inclusión y Diversidad de Bienestar Institucional.
Con el pasar del tiempo la institución fue escalonando y logró vincularse a la Red de Universidades para la Discapacidad, de igual forma tuvo un acercamiento con el Instituto Nacional de Sordos, INSOR, y el INCI, Instituto Nacional de Ciegos, pues el compromiso con los procesos de equidad e inclusión social ya se empezaban a mirar desde otra perspectiva.
La universidad mediante su Bienestar Universitario le hace un acompañamiento a los estudiantes que están en condición de vulnerabilidad y en articulación con el CEP, les brindan un espacio a algunos estudiantes que no pueden acceder a la educación profesional, ofreciéndoles la opción de hacer una carrera técnica en la que pueden obtener mejores resultados.
“Este es un trabajo tripartito entre el estudiante, la universidad y los padres de familia que se vinculan en este proceso, pues hay muchos casos que requieren el apoyo externo de la universidad, ese acompañamiento que ellos necesitan”, comentó la psicóloga.
Dentro del campus hay jóvenes con diferentes tipos de discapacidades. Cuando se empezó a hacer un análisis de la población, la discapacidad auditiva es la que tiene la cantidad más alta de estudiantes. A raíz de este resultado, se hicieron una serie de eventos de sensibilización para su aceptación.
Las actividades que se realizaron fueron: un partido de fútbol entre personas ciegas acompañadas de personas que veían; se celebró la semana internacional del sordo; se hicieron capacitaciones a nivel de Barranquilla y de esta forma la Autónoma empezó a hacer parte del Comité Distrital de Discapacidad.
“Lo que hemos estado haciendo es mantenernos y ampliar la cobertura. La universidad, una vez ingresa o se identifica que la persona tiene una discapacidad de cualquier tipo ya sea auditiva o visual, nosotros le brindamos un acompañamiento desde Bienestar Universitario, se dialoga con los docentes y estudiantes y se hacen los ajustes razonables”, comenta la coordinadora.
El 30 de septiembre de 2013 la Universidad Autónoma del Caribe creó la primera política institucional para la población con discapacidad de acuerdo a los lineamientos del Ministerio de Educación Nacional. El objetivo de esta política es “plantear una serie de acciones estratégicas para la inclusión social y atender a la población con especial protección constitucional”.
Actualmente hay alrededor de 30 egresados con diferentes discapacidades, entre las que están: física, visual, auditiva, cognitiva y otras. La población con más número de egresado es la que tiene discapacidad auditiva.
“Lo que hemos estado haciendo es una verdadera inclusión, donde ellos entren a aulas de clase con docentes y estudiantes regulares que buscan las mejores estrategias para que tengan un mejor aprendizaje”, explica Ibáñez.
En vinculación con el Bienestar Universitario, el Consultorio Jurídico de la universidad es el único consultorio inclusivo certificado que se especializa en ofrecer su ayuda a la población vulnerable. Otros de los convenios establecidos con fundaciones para el fortalecimiento del trabajo con esta comunidad son: Fundación Caribe Afirmativo, Funindown y Fundown.
Eventos de inclusión
Estos son los eventos que hasta la fecha se han realizado en la universidad en apoyo y respaldo a la comunidad discapacitada:
• Uso adecuado de las TICs e inclusión educativa con estudiantes con Síndrome de Down
Fue un encuentro didáctico que se llevó a cabo en el Laboratorio de Finanzas de la Universidad Autónoma del Caribe los días 20 y 21 de junio. Este evento contó con la participación de nueve estudiantes con Síndrome de Down quienes realizaron una serie de actividades sin perder su carácter pedagógico. Con colores y a manera de juego se tradujo cada vocablo, utilizando la asociación con imágenes al papel.
• Conmemoración del Día Mundial del Síndrome de Down
El Departamento de Proyección y Extensión Social, Bienestar Universitario y la Fundación Síndrome de Down del Caribe fueron los organizadores de este evento que tuvo su epicentro en el Gran Salón de la Casa Club del Caribe, el objetivo de la actividad fue llamar la atención al respecto, para empezar a darle valor a todo. La jornada contó con la participación de la comunidad Uniautónoma.
Investigaciones patentadas para mejorar las condiciones vida de la población en condición de discapacidad
• Electromiógrafo implementado en la mano de una prótesis de mano
Este proyecto se trata de un sistema que toma señales electromiográficas para controlar movimientos adaptadas a una prótesis de mano, para que de esta forma las personas que no tienen esta parte del cuerpo puedan agarrar objetos de mayor o menor peso, o estrechar la mano, o realizar movimientos básicos.
La idea fue patentada mediante la resolución N° 69406 del 18 de septiembre de 2018, la oficina estatal acreditó la creación de Marlon De Jesús Domínguez Franco y Daniel Eduardo Barrios Gómez, quienes contaron con el apoyo del director del programa de Ingeniería Electrónica y Telecomunicaciones, Evert De Los Ríos Trujillo.
El proyecto fue desarrollado dentro del semillero de investigación IET UAC (Investigación en Electrónica y Telecomunicaciones), perteneciente a la Categoría A de Colciencias.
• Sistema de control para sillas de ruedas eléctricas por medio de la electrooculografía
Este proyecto partió de una necesidad que sus creadores habían visto en las personas con discapacidad motriz severa, como la cuadriplejia. Responde a una problemática a nivel mundial de las personas en condición de discapacidad.
Mediante la resolución N° 82443 la Superintendencia de Industria y Comercio otorgó una patente de invención a los egresados Mario Villamizar Palacio y José Suárez Mejía y a la docente Gisella Borja Roncallo, en representación del programa de Ingeniería Electrónica y Telecomunicaciones de la Universidad Autónoma del Caribe, por la creación denominada ‘Sistema de control para sillas de rueda eléctricas por medio de electrooculografía’
“Le estamos cumpliendo no solo a la sociedad y a esas personas que de una u otra forma han sido vulnerados sus derechos. Nosotros le hemos abierto esa puerta para que ellos se demuestren así mismos y a la sociedad que ellos pueden y tienen los mismos derechos. Esto permite que la universidad mire hacia una educación responsable que es de todos y para todos”, explica la profesora Gisella Borja.
La Universidad Autónoma del Caribe es una de las instituciones de educación superior de la ciudad con más personas en condición de discapacidad matriculadas. Aunque esta institución ha dado pasos importantes para cerrar la brecha, todavía queda trabajo por hacer.