En una casona blanca de 200 metros cuadrados, ubicada en el popular barrio Boston, exactamente en la calle 70 con carrera 47, se creó la primera sede de la que hoy es una de las instituciones de educación superior líder en el país, la Universidad Autónoma del Caribe.
La Uniautónoma nació como fruto del panorama económico, industrial y cultural del país, a mediados del siglo XX. Regiones como Antioquia y la Costa Caribe buscaban su desarrollo pero no existían instituciones para formar líderes en gerencia empresarial.
Desde esa época hasta principio de los años 60, fueron fundadas casi de forma simultánea varias universidades públicas. Las carreras de mayor importancia en esos años eran medicina, derecho e ingenierías y había un gran recelo en las instituciones bogotanas por las que ya funcionaban en esta parte del país.
Las cuatro universidades con las que ya contaban los habitantes en la Costa Norte -eran la Universidad del Atlántico, la de Cartagena, del Magdalena y la de Córdoba- no había cupos para todos los aspirantes, ni existían las carreras que más llamaban su atención.
Fue entonces cuando el doctor Mario Ceballos Araújo -ya con amplia experiencia en la creación de instituciones educativas, por haber participado en la fundación de la Universidad Libre- motivó a sus amigos, los doctores Julio Salgado Vásquez, Oswaldo Consuegra Gutiérrez y Benjamín Sarta, a constituir otra institución cuya enseñanza fuera en campos de real interés de la juventud y más acorde con sus aspiraciones.
El proyecto fue concebido como una universidad privada debido a la demanda creciente de cupos que resultó por la “explosión demográfica” y la urbanización de Barranquilla.
Luego de varias reuniones llevadas a cabo hasta ese momento, empezó a ‘florecer’ un 27 de marzo de 1967 la Uniautónoma, junto con las primeras actas hechas a mano por licenciada Ana Hortensia Apiccela, mientras que Aminta Max, la primera secretaria de UAC registraba el proceso paso a paso.
Ese mismo año, la Gobernación del Atlántico, por medio de la resolución 303 del 3 de abril de 1967, reconoció su personería jurídica como una corporación sin ánimo de lucro.
Poco después de un mes, el 15 de mayo, esos estatutos ya creados dieron paso a la escritura pública en la Notaría Tercera de esta ciudad. El 21 de junio, el Consejo Académico del Alma Máter se reunió por primera vez, para nombrar como rector de la institución al doctor Mario Ceballos Araújo.
La primera máquina de escribir, donada por algún empresario de la ciudad, fue una Olivetti verde, mientras que el fiador para el alquiler de la casa donde todo empezó fue Alfredo Steckerl, quien aportaba 25 pesos para la compra de los elementos de oficina y para el sueldo de la persona encargada del aseo.
El crecimiento de Uniautónoma fue un proceso acelerado y sostenido, pues pronto necesitó de una sede más amplia para albergar a más estudiantes y para poner en marcha otras opciones académicas.
Finalmente, el 24 de julio de ese año, antes de 7:00 de la mañana -y como lo registran los documentos referentes a los inicios de UAC, el doctor Julio Salgado Vásquez dictó la primera clase a un grupo de 27 alumnos, matriculados en las facultades de Administración de Empresas Públicas y Privadas y Relaciones Industriales y ciencias Contables y Financieras.
La segunda sede
En una tarde de verano de 1968 la institución se traslada de la pequeña casa ubicada en la Calle Medellín con Líbano, a otra más amplia que sus directivos consiguieron en arriendo en la carrera 49 con calle 69 del Barrio El Prado.
En ese mismo año nace la Facultad de Arquitectura gracias al interés de los jóvenes ante esta nueva disciplina y el prestigio adquirido en tan poco tiempo.Ya con más de 100 alumnos, siendo la mayor demanda hasta ese momento, se adecuaron las aulas para recibir a todos los inscritos divididos en grupos.
Con ese aumento de estudiantes y casi cuatro años después de haber empezado sus actividades académicas, la Universidad Autónoma del Caribe ya era una de los claustros de enseñanza profesional más dinámicos de la ciudad y en toda la Costa Atlántica.
La Uniautónoma de hoy
José watknic varón, un judío de familia israelí muy amigo del doctor Ceballos que llegó del Medio Oriente a Barranquilla por motivos de guerra; se postuló a concejal y apenas llegó a serlo le donó a la Universidad Autónoma del Caribe un lote en la calle 88 con carrera 46, destinado a la construcción de casas para profesores, pero ya no había dinero para ese fin.
El 12 de diciembre de 1974, mediante el Decreto Ministerial Nº 2694, UAC obtuvo el reconocimiento como universidad privada, siendo la primera en Barranquilla en tener este estatus.